¿Me siento tan triste o soy tan infeliz que no puedo soportarlo?
¿No disfruto tanto de las cosas como solía hacerlo?
¿He perdido casi todo el interés en otras personas o cosas?
Todos hemos estado tristes alguna vez, por ejemplo, tras la ruptura de una relación sentimental o tras la muerte de un ser querido y experimentamos otras sensaciones como, irritabilidad, tristeza angustia más de lo habitual, sin ganas de comer o dormir mal, sin embargo, estos síntomas desaparecen al cabo de unos días y no forman parte de una depresión.
La depresión es la exageración persistente de los sentimientos habituales de tristeza, durante varias semanas o meses y afecta tanto al cuerpo como a la mente.
Ante episodios depresivos Yerbabuena Sat, cuenta con un programa que permiten el reconocimiento y el manejo emocional con el fin de adquirir herramientas o estrategias para afrontar situaciones de tu historia de vida.
Este artículo, te ayudaran a entender a profundidad la depresión
Se estima que la depresión afecta a más de 450 millones de personas en todo el mundo y que una de cuatro personas sufrirá algún problema de este tipo a lo largo de su vida, sin importar su edad o condición social y es la causa principal de discapacidad a nivel mundial. La influencia de la salud mental en el bienestar físico también es importante, ya que cerca del 13% de las enfermedades están asociadas a trastornos de salud mental.
En los últimos 30 años la incidencia de trastornos depresivos o ansiosos se han duplicado, y según el GBD del 2017, ocasionan la más alta tasa de discapacidad laboral en el mundo. El diagnóstico y tratamiento oportuno y personalizado, mediante psicoterapia, grupos de apoyo y tratamiento farmacológico, son las maneras más efectivas y económicas para brindar mejores condiciones de vida a los pacientes que son afligidos por la depresión
Según la OMS (organización mundial de la salud) la depresión es un trastorno mental caracterizado por bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones en el comportamiento, el grado de actividad y el pensamiento. Los síntomas nucleares de la depresión son: a) tristeza, asociada a la perdida de interés y a la capacidad de disfrutar, b) cansancio exagerado, c) sentimientos de culpa o incapacidad, d) irritabilidad, e) pensamiento ante el futuro, ideas de muerte o de suicidio, f) pérdida de confianza en si mismo o en los demás, entre otros.
La depresión es una enfermedad del cuerpo y de la mente, por lo general las personas diagnosticadas con este trastorno tienen síntomas físicos y psicológicos, aunque la intensidad de cada uno de estos puede variar.
¿Cuáles son las causas de la depresión?: la depresión se produce por la interacción de unos determinados factores biológicos como a) cambios hormonales, b) alteraciones en los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina, c) componentes genéticos, entre otros, de igual manera existen factores psicosociales desencadenantes como circunstancias estresantes en la vida afectiva, laboral o de relación y personalidad especialmente, sus mecanismos de defensa psicológicos.
Existen diferentes tipos de depresión, sin embargo, las depresiones de poca gravedad son las más frecuentes entre ellas: a) depresión reactiva: se identifica porque los síntomas suelen ser una respuesta a una situación estresante, en ocasiones suele ser de intensidad leve o moderada y por lo general no dura mucho tiempo. b) distimia: es un tipo de depresión menos grave, incluye síntomas a largo plazo, que no incapacitan tanto, pero que sin embargo interfieren con el funcionamiento y el bienestar de la persona, mucha personas con distimia pueden presentar episodios depresivos graves en algún momento de su vida, c) trastorno bipolar, anteriormente llamado enfermedad maniaco-depresiva: no están frecuente, se caracteriza por cambios en el estado de ánimo, con fases de animo elevado o eufórico y fases de animo bajo, d) trastorno efectivo estacional: ocurre en la misma temporada del año, por lo general durante los meses de invierno, e) depresión primaria, f) depresión secundaria: ocasionada por una enfermedad física o psiquiatría, por el consumo de una droga o por la administración de un medicamento, g) depresión psicótica: además de los síntomas habituales de depresión, existen síntomas psicóticos, como delirios y alucinaciones.
El tratamiento ideal de la depresión dependerá de las características específicas del subtipo de depresión y será, como siempre, personalizado, por lo que es fundamental una adecuada relación médico-paciente. Básicamente, el tratamiento se compone de psicoterapia y farmacoterapia.
Con la psicoterapia, se ofrece seguridad, confianza, comprensión y apoyo emocional; se intentan corregir los pensamientos distorsionados; se explica el carácter temporal y se desdramatiza la situación; se consigue la participación del paciente en el proceso curativo y, por último, se enseña a prever las posibles recaídas.
Como tratamiento farmacológico se utilizan antidepresivos, ansiolíticos y otros fármacos coadyuvantes, como las hormonas tiroideas, el carbonato de litio o psicoestimulantes.
Por otra parte, promover la salud mental no es sólo una tarea que resida en la capacidad de las personas para cambiar sus estilos cognitivos, algo que en determinados casos no debe quedar excluido, sino en la transformación tanto de las condiciones sociales que influyen en nuestra integración social como de las interacciones sociales.
De cualquier forma, las personas tienen una mayor probabilidad de sufrir en sus vidas acontecimientos que inciden sobre el control del medio y, en consecuencia, sobre su autoimagen. Asimismo, los recursos para enfrentarse a dichas situaciones y las redes sociales de apoyo varían en función de nuestra posición en la estructura social (Ross y Sastry 1999; Sánchez, Garrido y Álvaro 2003).
Por lo anterior, los factores de riesgo de la depresión influyen en la calidad de vida, y además hacen que las personas tengan pensamientos suicidas y culpa por decisiones del pasado. Es importante contar con las diferentes redes de apoyo para brindarle una estabilidad emocional, y que a su vez oriente a realizar alguna actividad constante que le ayude a equilibrar su estado emocional y estado de ánimo.
Referencia
Álvaro-Estramiana, J. L., Garrido-Luque, A., & Schweiger-Gallo, I. (2010). Causas sociales de la depresión. Una revisión crítica del modelo atributivo de la depresión. Revista Internacional De Sociología, 68(2), 333–348. https://doi.org/10.3989/ris.2008.06.08
Del Cid, M. T. C. (2021). La depresión y su impacto en la salud pública. Revista médica hondureña, 89(Supl. 1), 46-52.
San Molina, L., & Martí, B. A. (2010). Comprender la depresión. Editorial AMAT.
Rodríguez, F. E. G., Daza, A. F. D., & Reyes, P. A. C. (2020). Depresión y deterioro cognitivo en el adulto mayor. Poliantea, 15(1 (26)), 37-43. https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/depresion
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