Es muy importante aprender a regular nuestras emociones y controlar nuestros impulsos, lo cual es posible con la guía de un profesional capacitado en un tiempo prudente. El primer paso es reconocer nuestras emociones para identificar cómo nos afectan física y mentalmente. Luego, se debe identificar la causa de nuestras emociones y los eventos que las desencadenan. Es importante también reconocer nuestros impulsos y evaluar sus consecuencias pasadas y futuras. Finalmente, se deben entrenar estrategias de tolerancia al malestar y control de impulsos, como la distracción, la relajación y el tiempo fuera. El control de impulsos y la regulación emocional son fundamentales para adaptarnos al contexto y mejorar nuestra calidad de vida.
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