Volver a ti: Sanar tus heridas y fortalecer tu amor propio

Los hallazgos realizados en el campo de la psicología cognitiva en los últimos 20 años muestran algo contundente: la visión negativa que tenemos de nosotros mismos es un factor determinante en la aparición de trastornos como la ansiedad, la depresión, el estrés, las fobias, los problemas de pareja, las alteraciones psicosomáticas, entre muchos otros.
Cuando la autoestima no posee suficiente fuerza, vivimos mal: nos sentimos infelices, ansiosos e inseguros.
Gran parte de este malestar tiene su raíz en nuestras creencias internas. Desde pequeños, vamos grabando en nuestra mente “verdades” que en realidad son interpretaciones: ideas que, aunque no necesariamente sean ciertas, aceptamos como nuestra realidad.


A partir de esas creencias formamos nuestro autoconcepto: la imagen que tenemos de nosotros mismos, construida a partir de las experiencias, los éxitos, los fracasos y, sobre todo, de la retroalimentación de nuestro entorno —padres, amigos, profesores, parejas—.


Así, sin darnos cuenta, podemos llegar a creer que somos ineficientes, aburridos, torpes o “malos“, simplemente porque en algún momento de nuestra vida integramos esas etiquetas. Cada juicio que recibimos o que nos hacemos va gestando una teoría sobre quiénes somos, teoría que luego dirige nuestro comportamiento, nuestras decisiones y nuestras relaciones.

Las heridas emocionales que cargamos
Nuestro autoconcepto también está profundamente relacionado con nuestras heridas emocionales. Al igual que cuando sufrimos una herida física y necesitamos atenderla para que sane, nuestras heridas del alma —esos dolores emocionales, mentales y espirituales— también necesitan ser vistas, tratadas y cuidadas.

Cuando no las miramos, cargamos con ellas de forma inconsciente. Dejamos que afecten nuestras relaciones, nuestros sueños y nuestro bienestar, sangrando en situaciones y personas que a veces no tienen nada que ver con nuestro dolor original.

Nos acostumbramos a vivir con miedo al rechazo, con la necesidad constante de validación, con la dificultad para poner límites sanos… pero detrás de cada uno de estos patrones hay una herida que merece ser reconocida y sanada.

Cuestionarnos de dónde vienen nuestros miedos y comportamientos nos permite comenzar el proceso de sanación. Solo así podemos reconstruir el autoconcepto que tenemos de nosotros mismos y encontrar una nueva forma de volver a nosotros.

Te invitamos a vivir una experiencia transformadora en el retiro Volver a ti: Sanar tus heridas y fortalecer tu amor propio. Un espacio íntimo y seguro para jóvenes que buscan reconectar con su esencia, reconocer sus heridas y abrir el corazón al amor auténtico. Aprenderás a sentirte con compasión, a amar sin máscaras y a trascender las creencias que limitan tu bienestar. Este es tu momento de volver a ti.

 

Retiro para Jóvenes Volver a Ti

One thought on “Volver a ti: Sanar tus heridas y fortalecer tu amor propio

  1. Ana Sofía González says:

    Me gustó mucho este texto, es verdad que lo que creemos de nosotros mismos puede afectar mucho nuestra vida. A veces cargamos con heridas sin darnos cuenta, y entender de dónde vienen es el primer paso para sanar. Gracias por esta reflexión!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *